Para aquellos entusiastas de gustos excéntricos y únicos, aquí presento una receta diferente y refrescante, ideal para quienes disfrutan de sabores amentolados y colores fuera de lo común en una torta u ocasión especial, junto con una buena dosis de chocolate para un mayor contraste de sabores. Los ingredientes y pasos presentados corresponden a una torta de tamaño estándar para 12 personas. Variar considerablemente las medidas a emplear en caso se busque una presentación y tamaño diferente.
INGREDIENTES:
Harina : 260 gr
Azúcar: 540 gr
Cacao amargo en polvo: 120 gr
Café soluble: 4 cucharadas
Polvo para hornear: 1 cucharadita
Bicarbonato de sodio: 1 cucharadita
Huevos: 2
Yemas: 2
Agua caliente: 200 cc
Yogurt natural: 240 gr
Aceite de oliva: 60 cc
Para el relleno de menta:
Manteca pomada: 520 gr
Crema doble: 120 cc
Azúcar impalpable: 520 gr
Esencia de menta: 1 cucharadita
Colorante verde: 2 gotas (o 1 gota amarilla + 1 gota azul)
Chocolate semi amargo picado: 100 gr
Para el almíbar (para humedecer la masa):
Azúcar: 100 gr
Agua: 100 cc
PASO A PASO
Precalienta el horno a 170ºC. Engrasa y enharina un molde para torta de 20 cm de diámetro: Esto evitará que la torta se pegue al molde y facilitará su desmolde. Puedes usar manteca o aceite para engrasar y luego espolvorear harina.
Tamiza en un bowl la harina, cacao amargo en polvo, polvo para hornear y bicarbonato de sodio. Agrega luego el café soluble y el azúcar: Tamizar asegura que los ingredientes secos estén bien aireados y sin grumos, lo que contribuye a una torta más esponjosa.
El café realza el sabor del chocolate.
En otro bowl, mezcla los ingredientes húmedos: huevos, yemas, agua caliente, yogurt natural y aceite de oliva: Batir estos ingredientes juntos ayuda a que la masa tenga buena textura y humedad.
Integra lentamente los ingredientes secos con los húmedos hasta formar una mezcla homogénea: Hazlo con movimientos envolventes para no perder el aire incorporado en la mezcla, lo que le dará esponjosidad a la torta.
Vierte la mezcla en el molde y hornea durante aproximadamente 40 minutos o hasta que al insertar un palillo, éste salga húmedo: Es importante no abrir el horno en los primeros 30 minutos para que la torta leve bien. El palillo debe salir húmedo pero sin masa cruda.
Deja enfriar la torta mientras preparas el relleno: Esto evitará que el relleno se derrita o se mezcle con la masa caliente.
Para el relleno de menta, bate la manteca pomada junto con la crema doble hasta obtener una mezcla cremosa y pálida, aproximadamente 5 minutos: La manteca debe estar a temperatura ambiente para que se bata fácilmente y la crema le da suavidad.
Tamiza el azúcar impalpable y agrégalo lentamente al batido, batiendo a velocidad mínima hasta integrar completamente: Esto evitará que el azúcar forme grumos y mantendrá la textura cremosa del relleno.
Añade la esencia de menta y el colorante verde, mezcla bien: La esencia aporta el sabor característico, y el colorante hace que el relleno sea atractivo visualmente.
Incorpora parte del chocolate semi amargo picado finamente, reservando un poco para decorar la torta: El chocolate agrega textura y contraste de sabor en el relleno.
Corta la torta ya fría en 3 capas iguales y humedece cada una con almíbar: El almíbar aporta humedad y sabor adicional, evitando que la torta quede seca.
Intercala capas de torta con la crema de menta, apilando las tres capas: Distribuye la crema de manera uniforme para que cada porción tenga suficiente relleno.
Cubre la torta con la crema restante y decora con el chocolate picado reservado: La decoración hace que la torta se vea más atractiva y apetitosa.
Refrigera la torta antes de servir para que tome consistencia y sabor: Dejarla en la heladera unas horas ayuda a que los sabores se integren y la textura sea más firme.
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